Un taxista, héroe de novela en “El ermitaño”

Gaceta del Taxi.- Erhard, el protagonista de El ermitaño,  es un taxista danés excéntrico y oscuro que ha superado los sesenta años. ¿Por qué le elige como protagonista de esta impactante novela?  

Thomas Rydahl.-  Escogí a Erhard porque quería un personaje fuerte y testarudo, alguien con cicatrices y marcas en su alma. Como taxista  pasa mucho tiempo en la carretera, esperando en su coche, leyendo libros. Hay algo simbólico en él llevando a la gente a momentos importantes de su vida mientras él mismo está esperando a la vida para comenzar de nuevo, sin mucha esperanza. Tiene un romántico sueño sobre un encuentro excitante en el taxi con una mujer, pero es algo que nunca sucede. 

G.T.- Un rasgo interesante para nuestros lectores taxistas, es la profesión de su protagonista. En su opinión, ¿cómo caracteriza a Erhard su labor como taxista?

T.R.- No le importa ir por libre, pero también es muy bueno con la gente y se gana fácilmente la confianza de los desconocidos. Además, tiene un gran sentido para encontrar sitios donde el taxi es necesario. Una cualidad que usa como detective en el libro. También tiene madera de líder y motiva a los taxistas para que le ayuden,  hablando de su causa en varias ocasiones cuando se le ofrece la posibilidad de ascender en la empresa de taxis para la que trabaja.  G.T.- Estamos ante una novela negra, un género que dominan a la perfección los autores nórdicos. Sin embargo, la obra se articula en un territorio totalmente opuesto como es la isla de Fuerteventura. ¿Por qué eligió este escenario?  T.H.- La isla era el lugar perfecto para que Erhard desapareciera. Fuerteventura no es solo un lugar ideal para que un danés se esconda, soñando con vientos cálidos, el azul del mar y las bellas mujeres españolas. Es su desértico paisaje, el escenario volcánico y la inmensa soledad de las Islas Canarias, que es además, el reflejo del interior del propio Erhard, seco, solitario y poético.  Me gusta el hecho de que Erhard siga siendo un extranjero en el país a pesar de llevar 18 años viviendo ahí. Creo que el calor, la atmósfera y las islas son un escenario increíble para una novela negra.

G.T.- Como escritor de éxito, imaginamos que ha visitado muchas ciudades y, esperamos, ha utilizado el servicio de taxi de muchas de ellas. Recientemente visitó nuestro país. ¿Qué le parecieron nuestros lectores?

T.R.- Siempre disfruto viajar en taxi y conocer un nuevo país, una ciudad desconocida o un bello escenario desde el coche. A veces hablo, otras no. Hay una extraña poética en sentarse juntos en un coche en total silencio. También me gusta hablar con los conductores sobre su trabajo y su vida. Tal vez el hecho de no volver a encontrarnos da gran libertad a la conversación.  Cuando estuve en Fuerteventura hace unos meses para presentar el libro de El Ermitaño disfruté de encontrar a unos cuantos taxistas de la ciudad. Parecían muy orgullosos y libres. Fui con una conductora llamada Ana Elizabeth que me contó sobre las dunas de arena u la isla de Lobos. Disfruto de estas pequeñas historias y percepciones de taxistas que conocen la zona. 

G.T.- ¿Cree que alguno de los lectores de El Ermitaño podría llegar a sentirse identificado con Erhard? T.R.- Espero que se identifiquen con él. Mi pretensión es hacer de él un personaje universal y único al mismo tiempo. Como tú y como yo, él comete muchos errores y hace malas elecciones. Pero como tú y como yo también tiene la capacidad de grandeza y de crear un mundo diferente. En esta novela él desea resolver un misterio sobre un niño. Una tarea enorme y muy difícil para él, pero lo hace. También anhela amor y compañía en sus últimos años, pero no es una tarea sencilla cuando no estás entrenado, porque él ha pasado 18 años solo. Creo que mucha gente puede identificarse con esto. 

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