Visto para sentencia el juicio de los abogados de Gremial Madrid

El pasado 11 de mayo se celebró en el juzgado número 5 de Madrid el juicio por la demanda interpuesta por los abogados de Gremial Madrid en contra de la propia entidad. La razón, el cambio de condiciones laborales impuesto por la nueva presidencia, que les exige fichar la entrada y salida, así como máxima rigidez en el cumplimiento del horario laboral. Alegan en su defensa los demandantes que nunca antes se les había exigido tal imposició

Las nuevas condiciones laborales impuestas por la presidencia de la Gremial madrileña al gabinete jurídico de la entidad, que les exige fichar a la entrada y salida, así como cumplir con un rígido horario de 8 a 15 h, han llevado a dicho gabinete jurídico a demandar a la entidad. Consideran que esta rigidez de horarios y movimientos les impedirá desempeñar correctamente sus funciones, ya que siempre han gozado de libertad horaria debido a las características de su trabajo, que les obliga a asistir a juicios, asambleas y elecciones fuera de la entidad y fuera de horario.

La impresión general que se transmite de todo ese proceso es que detrás de este cambio en las condiciones laborales de los letrados de Gremial, se busca un argumento legal que permita justificar a los actuales dirigentes contratar un servicio externo de asesoramiento legal, que recaería en el bufete de Gabriel Urralburu, el mismo que les representaba en este juicio. El equipo de la entidad quedaría entonces relegado a resolver asuntos legales menores ante la imposibilidad de asistir a juicios fuera de la jornada laboral.

Declaración de los testigos

Durante la sesión, que tuvo lugar en el juzgado número 5 de Madrid, intervinieron como testigos por la parte demandante Jesús García, Román García Polvorinos, Ildefonso Herranz, así como el secretario del comité de empresa de Gremial, Diego Rodríguez. Básicamente, todos ellos coincidieron en que los letrados siempre, por las características de su labor, habían desarrollado con libertad horaria su trabajo en la entidad. También se declaró que jamás ningún socio se había quejado por estos horarios. Se recordó además que trabajan fuera de horario, en elecciones, asambleas, sesiones de junta de gobierno, amén de juicios, y que nunca se han pagado horas extras ni kilometrajes por desplazamientos.

Por la parte demandada, acudieron como testigos el presidente y el secretario de Gremial, J. Luis Funes y Julio Moreno, respectivamente. Explicaron que el cambio de condiciones laborales respondía a que en su opinión los miembros del gabinete jurídico, durante la jornada laboral, estaban poco tiempo en la entidad e incumplían los horarios. Su defensa estuvo a cargo de una letrada del bufete de Gabriel Urralburu. Abogada que, por cierto, fue llamada al orden por el presidente de la sala para que guardara el respeto debido al tribunal al asegurar, refiriéndose a los testigos, que habían sido "muy bien amaestrados". El propio Urralburu estuvo en el estrado acompañando a esta abogada, aunque en ningún momento intervino en el proceso.

Sala abarrotada

El juicio despertó bastante expectación a juzgar por la concurrida asistencia en la sala como público. Se encontraban anteriores directivos de la entidad de distintas etapas, entre ellos Iñaki Aramburu, Felipe Silván, Javier Blanco, Alberto de la Fuente y Vitorino Soriano, así como la presidenta del Comité de Empresa de Gremial. Algunos nos han hecho saber que en la sala se echó en falta la presencia de José Antonio Parrondo. Tras la celebración de la vista, la sentencia podría conocerse en menos de un mes.