CIEN AÑOS DE AUTOTAXI Con los noventa llegan los años de la modernización del sector (X)

La década de los 90 fueron los verdaderos años del cambio en el sector del taxi, sobre todo a partir de la publicación del Libro Blanco que supuso un gran esfuerzo para poner orden y marcar las pautas de actuaciones futuras. Un documento que impulsó la puesta en práctica de varios temas pendientes
 

El Libro Blanco del Taxi fue publicado en junio de 1996 a raíz de un encargo realizado por el Ayuntamiento de Madrid a una consultora privada con la finalidad de analizar la situación actual de la industria y proponer un conjunto de medidas dirigidas a todos los organismos implicados en la gestión del taxi: administraciones públicas y asociaciones del gremio. Posiblemente para los técnicos y profesionales del ramo la mayoría de los datos, resultados y propuestas no resultaron novedosas, pero el hecho de que un documento elaborado con bastante rigor confirmara esas tendencias y criterios para mejorar el panorama del taxi facilitó el camino para empezar a negociar y pactar los primeros acuerdos. El documento, muy completo y crítico, se detenía en los temas más preocupantes para el sector como la jornada de trabajo, la política tarifaria, el salario mínimo, la amortización de licencias o el intrusismo profesional y establecía una serie de propuestas que resumimos a continuación:

Propuestas para las Administraciones

- Ampliación del Área Unificada y constitución de una Unidad Administrativa para el control y gestión del servicio de taxi de Madrid.

- Creación de un cuerpo de Inspección de Transportes con los recursos y autoridad suficientes para el control, vigilancia y, en su caso, sanción.

- Diseño de una estrategia tarifaria que incluya el establecimiento de un sistema de zonas tarifarias y consolide el concepto de precio máximo como uno de los recursos para la comercialización del servicio.

- Facilitar la entrada en el Sector de empresas explotadoras y promover la constitución de cooperativas entre los titulares actuales.

- Aplicación de normas restrictivas para la autorización de taxímetros e instalación del sistema tarifario que incluyan: medidas antifraude, cobro con tarjeta de crédito, impresión automática de facturas e incorporación del máximo número posible de conceptos tarifarios, evitando suplementos al margen del contador.

- Establecimiento de la tarjeta de profesionalidad para los conductores y control adecuado de la plantilla de asalariados para evitar el intrusismo y la competencia desleal.

- Redacción de normas adecuadas de prestación del servicio que incluyan, entre otros aspectos, la limitación de horas de conducción del taxista, la libertad de elección por parte del usuario del taxi en la parada, la prohibición de instalación de emisoras de radioaficionado, criterios claros sobre indumentaria, aseo personal de los conductores y cuidado interior de los vehículos y regulación de los derechos de los fumadores y no fumadores y explotación publicitaria del vehículo.

Propuestas dirigidas al sector del taxi

- Constitución de cooperativas o unidades empresariales de cierta dimensión que facilitaría el aumento de la demanda, la reducción de costes y una mayor competitividad y capacidad de servicio.

- Introducción de mejoras y tecnologías avanzadas en la explotación (vehículos, taxímetros, etc)

- Adopción de sistemas de regulación de la oferta para minimizar los tiempos muertos de espera como pueden ser la jornada laboral flexible, regulación de los turnos de trabajo, aumento del número de días de descanso al mes y por supuesto, supresión de los servicios ilegales.

- Adopción de actitudes y normas de comportamiento que aumenten el atractivo del taxi como modo de transporte (mejor atención al cliente, cuidar la calidad del servicio, etc)

Polémicas nuevas capillas y tarjeta de identificación

También en este periodo se habló mucho y se discutió más de las capillas o de los nuevos indicadores luminosos impuestos por la ampliación del área unificada. Y de la inseguridad en el sector a raíz del asesinato de varios taxistas y del incremento de los atracos. Recordemos la muerte de Rafael Martínez en Paracuellos del Jarama (febrero de 1999), un profesional del volante que prefería el último turno del día para evitar los problemas de tráfico. Su vehículo disponía de mampara de seguridad, pero aquella fatídica noche la tenía bajada por razones desconocidas. Su muerte desató las iras y el enfado del colectivo taxista que convocó un paro de 12 horas en señal de duelo y protesta por el compañero fallecido.

A raíz de este asesinato y de otras agresiones y robos ocurridos a lo largo del año 1999, se aceleraron las reuniones, las propuestas y las medidas entre todas las partes para combatir la inseguridad. Se empezó a hablar del sistema de navegación GPS, del pago con tarjeta de crédito, de la instalación de una caja de seguridad y por supuesto, de animar a los profesionales para que instalaran masivamente la mampara.

Pero hubo más asuntos que fueron protagonistas en la prensa local como la falta de profesionalidad y honradez de una minoría - ¡ siempre la misma!- y del intrusismo. En este sentido, el 17 de junio de 1997 se abrió el plazo de solicitud de la tarjeta de identificación profesional que entró en funcionamiento el 1 de agosto del año siguiente. Y hubo más temas que no tienen cabida en este reportaje y que dejamos citados para conocimiento del lector como el Pacto por la Movilidad, los carriles bus-taxi, los conflictos de Barajas, el taxi accesible o Eurotaxi, el taxi tipo y la publicidad, asunto espinoso que tuvo un intento de desarrollo cuando fue aprobada su aplicación en el pleno municipal de octubre de 1998 y su puesta en práctica el  lunes 12 de julio del año siguiente con una campaña de la compañía telefónica UNI2 que anunció su nombre en mil coches durante 3 meses, duración mínima de contratación según las condiciones.

Próxima y última entrega: El siglo XXI. El taxi que todos queremos