Evita paradas imprevistas manteniendo tu taxi en forma

Taller de la Cooperativa del Taxi de Madrid
Taller de la Cooperativa del Taxi de Madrid

Con la llegada del calor, el taxi se convierte en una extensión más exigente incluso que el propio cuerpo. En los meses de verano, el taxi no solo puede enfrentar más kilómetros y tráfico denso, especialmente en zonas tensionadas por el turismo, sino que lo hace bajo condiciones extremas de temperatura. Por ello, un correcto mantenimiento previo es clave para evitar averías, mejorar la seguridad y garantizar el confort tanto del conductor como del pasajero.

Y aunque los taxistas saben perfectamente cómo afrontarlo, no está de más recordar que durante los días más calurosos, el sistema de refrigeración trabaja al límite. Según un reportaje publicado por Sernauto, muchas de las averías más comunes en esta época están directamente relacionadas con la falta de mantenimiento preventivo, especialmente en lo que respecta a refrigerante, aceite del motor y batería. Un motor sin refrigerante suficiente puede sobrecalentarse en cuestión de minutos en plena jornada, con consecuencias que van desde una simple parada hasta una costosa reparación.

Otro de los puntos críticos del coche en verano son los neumáticos. El aumento de temperatura en el asfalto incrementa el riesgo de reventón, sobre todo si la presión no es la adecuada. Desde el portal especializado Unione, recomiendan revisar no solo la presión en frío, sino también el estado general del dibujo, ya que una banda de rodadura desgastada, aunque esté dentro del límite legal, puede suponer una pérdida importante de adherencia, especialmente en frenadas de emergencia.

También es importante prestar atención al sistema de climatización, que se convierte en un aliado imprescindible durante las largas jornadas al volante. Si enfría poco o desprende malos olores, probablemente necesite una recarga, el sistema puede llegar a perder hasta un 10% de gas refrigerante cada año, o cambiar el filtro del habitáculo. Así lo explican en Confortauto, donde advierten además de la importancia de no abusar del modo de recirculación, ya que puede empañar cristales y generar sensación de fatiga al conductor.

La batería, aunque suele ser protagonista en invierno, también sufre en verano. El calor acelera la evaporación del líquido electrolito y puede reducir su vida útil si ya tiene varios años. Expertos citados por Cadena SER advierten de que muchas asistencias en carretera en julio y agosto están directamente relacionadas con fallos eléctricos, especialmente tras días de inactividad en los que el taxi ha quedado al sol sin protección.

La visibilidad es otro factor clave. Un parabrisas limpio y unas escobillas en buen estado resultan fundamentales cuando el sol incide directamente. La revisión del sistema de limpiaparabrisas, junto con una carga completa de líquido, puede parecer menor, pero marca la diferencia en situaciones imprevistas, como tormentas estivales. Además, mantener todas las luces en funcionamiento es obligatorio y evitará sanciones innecesarias.

En definitiva, el verano no solo exige más del conductor, también del coche. Dedicarle tiempo al mantenimiento preventivo puede evitar a medio plazo averías, mejora el servicio y refuerza la profesionalidad del taxista. Como señalan desde Sernauto, “una pequeña revisión a tiempo puede marcar la diferencia entre una jornada rentable o una avería inesperada en plena carrera”.