La nieve y el hielo, responsables del 3,1% de accidentes
La ola de frío siberiano que alcanzará la Península la madrugada del jueves también afectará a las carreteras. Según informa el Comisariado Europeo del Automóvil, CEA, el hielo y la nieve son responsables del 3,1% de accidentes en condiciones adversas, por lo que se recomienda que al pasar por una placa de hielo, el conductor debe levantar suavemente el pie del acelerador, no frenar y dirigir el volante hacia el lado a donde se va la parte trasera del coche. Si el vehículo tiene ABS, el sistema actuará de forma que la pérdida de control sea menor.
Para circular por carreteras nevadas es imprescindible el uso de cadenas. Circular, si las hay, por las roderas que hayan dejado con anterioridad otros vehículos. En caso de descendimiento por pendientes, hacerlo a velocidad muy reducida y utilizando el freno lo menos posible, jugando con una velocidad corta que retenga el coche. Además, recuerdan que las cadenas son imprescindibles y que deben ir acorde al tamaño del neumático. Una vez colocadas, hay que evitar frenar y acelerar bruscamente, nunca circular a más de 50 km/h ni por terreno sin hielo o nieve.
Otra opción que plantean desde el Comisariado es la utilización de los neumáticos de invierno. Sus características reducen el riesgo de pérdida de control, aumentan la estabilidad de la frenada y consiguen un comportamiento más uniforme del vehículo. Estos neumáticos son equiparables a las cadenas e indicados para circular por carreteras en condiciones adversas: humedad, hielo, nieve y barro.
Viento, lluvia y niebla
En cuanto al resto de condiciones meteorológicas adversas, para la conducción con viento extremo se debe aminorar la velocidad del vehículo y sujetar con firmeza el volante, especialmente si se está adelantando a un vehículo de gran tamaño. Con lluvia es recomendable que si circula con su vehículo por una zona anegada por agua, circule lentamente y en primera para evitar que el motor se moje y se pare.
Al igual que con la lluvia, la niebla es un gran impedimento para una conducción segura. Lo primero que se debe hacer al circular por una zona de bancos de niebla es aumentar la distancia de seguridad, reducir la velocidad, encender las luces antiniebla y circular fijándose, principalmente, en las líneas de la carretera.