El taxi, refugio para los viajeros tras el caos ferroviario provocado por los incendios

Este pasado fin de semana la suspensión indefinida de la conexión ferroviaria entre Santiago y Madrid dejó a decenas de viajeros atrapados en la estación compostelana, obligados a buscar alternativas por su cuenta. La falta de respuestas por parte de Renfe llevó a muchos afectados a organizarse en torno a soluciones urgentes: desde contratar autobuses privados hasta recurrir al taxi como única salida inmediata.
Según publicó La Voz de Galicia, el sábado 16 desde primera hora de la mañana se vivieron escenas de desconcierto. Viajeros que tenían billetes confirmados para trenes cancelados en el último momento optaron por unir fuerzas para alquilar un autocar a Madrid por 50 euros por persona. El cupo de 50 plazas se completó en apenas unos minutos, lo que obligó a crear listas de espera para el domingo. Ante la incertidumbre, algunos grupos decidieron coordinarse para contratar taxis interurbanos que, aunque suponían un coste elevado, les garantizaban llegar a su destino sin más demoras.
La situación puso de relieve la fragilidad del servicio ferroviario ante situaciones de este calibre. Mientras los empleados de la estación intentaban calmar a los viajeros, las quejas se multiplicaban: “No nos están dando ninguna solución”, repetían muchos afectados. Entre ellos se encontraba Antonio, un ciudadano catalán que lamentaba no haber aprovechado la opción de marcharse antes. Otros, como Lorena, madrileña, tuvieron que prolongar su estancia en la ciudad por la imposibilidad de viajar, recurriendo a la suerte de encontrar plazas de última hora en hostales saturados.
De acuerdo con lo recogido por La Voz de Galicia, no fueron pocos los que confiaron en el taxi para salvar la situación. Aunque el precio del trayecto hasta Madrid resultaba elevado, este servicio público se convirtió en un recurso vital para quienes no podían esperar más. Su disponibilidad inmediata, la seguridad y la garantía de llegar al destino lo situaron como una alternativa real frente a la falta de respuesta de la operadora ferroviaria y la saturación de autobuses.
Lo ocurrido evidenció, una vez más, la importancia del taxi como pieza esencial en la movilidad ciudadana, especialmente en situaciones de crisis. Mientras grandes plataformas privadas buscan maximizar beneficios sin asumir responsabilidades, el taxi reafirmó su papel de servicio público de interés general, capaz de dar soluciones cuando los sistemas de transporte masivos fallan./TAMBIÉN ES NOTICIA