El futuro de la accesibilidad llega de la mano de B-Max

Con el reto de crear un vehículo de excelentes prestaciones pero inspirándose en “los coches de pequeño tamaño” nace el Ford B-Max, un monovolumen seguro pero sobre todo práctico. Su amplia entrada al habitáculo y su interior, generoso y con unos acabados de excelente calidad,solucionan todos los problemas que surgen en la conducción urbana.
Ford B-Max será una de las estrellas indiscutibles del próximo Salón del Automóvil de Ginebra, que tendrá lugar en Palexpo entre el 8 y el 18 de marzo. Monovolumen de pequeñas dimensiones, basado en la plataforma del Ford Fiesta, y cinco plazas, la carrocería del B-Max presenta dos puertas traseras deslizantes, fruto de un complejo trabajo del equipo de diseño que se había marcado “solucionar los problemas de espacio en conducción urbana”.
Ha sido un laborioso proceso de campo basado en la observación de usuarios en su rutina diaria, yendo de tiendas o recogiendo a sus hijos del colegio, para entender exactamente lo que se esperaba de un monovolumen compacto. Así, Ford creó el sistema Easy Access Door System, que combina unas puertas delanteras con bisagra y unas puertas traseras deslizantes que integra los pilares centrales, ofreciendo una facilidad sin igual de acceso al interior del vehículo para pasajeros y equipaje. Según Ford el acceso al habitáculo es muy amplio y facilita en determinadas circunstancias la maniobrabilidad.
Tanto las puertas delanteras como las traseras se pueden abrir de forma independiente, aunque si se hace al mismo tiempo, el usuario dispone de un espacio ente ellas de 1,50 metros.
Este sistema de puertas, insiste Ford, es el punto fuerte del coche pues “ha sido el sueño de todo diseñador durante muchos años” y ahora se ha materializado “el concepto de una idea en el tablero de un diseñador en un producto versátil que se puede ver y tocar”, aseguran desde el departamento de diseño.
Interior cargado de detalles
El interior del B-Max viene cargado de detalles que sacan el máximo rendimiento del Easy Access Door System. Destaca la gran pantalla táctil de 6 pulgadas montada en el centro del panel de instrumentos superior.
Los asientos traseros y el asiento delantero del pasajero se pueden abatir 60/40 para crear una plataforma de carga grande y útil que puede alcanzar una longitud de 2,35 metros. El espacio es extremadamente generoso para los ocupantes de este vehículo, especialmente para el conductor, que tendrá una posición más alta, mientras que el espacio para las piernas de los asientos traseros y la altura interior se han visto también visiblemente mejorados.
Los acabados interiores no dejarán indiferente a ninguno de sus ocupantes. En un metálico marrón profundo se disponen los marcos de la consola central, donde se sitúa también el kinetic design. El suelo negro, por su parte, está fabricado a partir de piel trenzada con destellos de marrón bronce.
En función del equipamiento, el Ford B-Max puede incluir un techo de cristal panorámico integral, que cubre la totalidad de área del techo y freno de mano eléctrico.
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