Cómo declarar ingresos como taxista autónomo sin errores
Declarar los ingresos correctamente es fundamental para cualquier autónomo, y los taxistas no son una excepción. La Agencia Tributaria española establece reglas claras que conviene cumplir para evitar sanciones y problemas legales. Es importante recordar que todos los ingresos deben registrarse y es recomendable conservar las facturas o justificantes dado que Hacienda puede solicitarlos, tal como señala CincoDías en su artículo sobre la obligación de declarar la renta para todos los autónomos.
Los taxistas autónomos deben estar dados de alta en el epígrafe 721.2 del IAE, que corresponde a transporte por autotaxi, y cumplir con las reglas especiales que aplican a esta actividad en el IRPF, según indica la Agencia Tributaria. Entre los errores más habituales se encuentran no incluir ciertos ingresos en la declaración, aplicar incorrectamente las retenciones de IRPF u olvidar deducir gastos relacionados con la actividad, como combustible, mantenimiento del vehículo, seguros o la cuota de autónomo.
Para evitar problemas, es recomendable llevar un registro mensual de ingresos y gastos, y si es posible, contar con un asesor fiscal especializado en transporte, como aconseja Infoautónomos, que también destaca la importancia de revisar las deducciones fiscales aplicables a autónomos para optimizar la declaración, siguiendo las recomendaciones de Taxfix. Con un poco de organización y planificación, declarar los ingresos como taxista, ya sean del taxi tradicional o de plataformas digitales, puede convertirse en un proceso mucho más sencillo y sin sorpresas durante la campaña de Hacienda.
Checklist de declaración para taxistas autónomos
-
Alta y epígrafe: Darse de alta como autónomo y registrar la actividad en el epígrafe 721.2 del IAE.
-
Ingresos registrados: Anotar todos los ingresos del taxi. Guardar facturas y justificantes
-
Gastos deducibles: Registrar gastos relacionados con la actividad: combustible, mantenimiento, seguros, tasas de licencia y cuota de autónomo
-
Declaraciones periódicas: Presentar trimestralmente IVA (si aplica) e IRPF, revisando retenciones y deducciones
-
Planificación y control: Mantener registros mensuales actualizados y, si es posible, contar con asesoría fiscal especializada en transporte.