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21/06/2020 - Gaceta del Taxi

Kilómetros solidarios del taxi de la Costa del Sol


Más de 110.000 mascarillas confeccionadas a mano, más de 1.400 viseras protectoras hechas por voluntarios y miles de kilómetros en taxi para hacer llegar los equipos de protección a sus destinatarios de forma rápida y eficaz. Un grupo de unos 25 profesionales de diferentes municipios malagueños, principalmente de la Costa del Sol, han hecho posible que sanitarios y policías estuvieran protegidos durante la pandemia.

 

Algunos es la primera vez que se ven las caras, aunque sea por videoconferencia, porque todo se ha organizado a través de grupos de mensajería instantánea. Unos necesitaban equipos de protección y otros los materiales para elaborarlos. Ahí fue donde el taxi entró en juego para actuar de intermediario y agilizar un proceso que, debido al confinamiento impuesto por el estado de alarma, no se podría haber hecho de otra manera.

 

“No me esperaba que hubiera tanta gente que se prestara a colaborar”, “si no fuera por el taxi no existiríamos” o “los taxistas han hecho una labor increíble” son algunas de las frases que se repiten durante la hora de conversación que mantenemos con Billy, Gerard, Ernesto, Esther, Nico, José, Javier, Carlos, Millán. Son taxistas, makers, policías, y una costurera, solo algunos de las personas que forman parte de esta gran red solidaria en la malagueña Costa del Sol que ha permitido primero distribuir de forma gratuita elementos de protección a personal sanitario y a miembros de las fuerzas de seguridad del estado y desde hace un mes, recolectar comida para la gente que se encuentra en una situación vulnerable.

 

Estamos ante una alianza que nació de forma espontánea y que se ha convertido en un ejemplo de la solidaridad de la sociedad española durante la crisis sanitaria del Covid-19. Como nos cuenta Esther, de Aguja Solidaria, todo surge ante la imposibilidad de desplazarse a por material para confeccionar mascarillas. “Necesitábamos recoger telas, y después distribuir las mascarillas. Llamamos al taxi, primero en Marbella”, y desde el primer momento contaron con los taxistas.

 

Más de 200 costureras por toda la provincia, solo en Marbella había 95 personas dedicándose a la confección de mascarillas, requería de una logística efectiva e inmediata. Y el taxi no ha dudado en hacer todos los kilómetros que hicieran falta para que el material llegara allí dónde lo necesitaban para que las mascarillas no dejaran de elaborarse. “Es impresionante lo que han hecho aquí. Yo tengo que decir que el taxi era un gremio muy solidario, lo había visto en otras ocasiones y era algo que sabía por circunstancias personales, pero la impresión que me llevo es absolutamente maravillosa”. Y todo ello, recuerda Esther, sin nada a cambio, poniendo su coche y su gasolina. “No ha habido un compañero al que le pidas ayuda y que se haya negado. Siempre ha habido buena voluntad. Hemos recibido ayuda con todo y nos daba hasta vergüenza seguir pidiendo”. Y no duda en afirmar que “si no fuera por el taxi no existiríamos”.

 

PUEDES LEER EL REPORTAJE COMPLETO EN NUESTRA REVISTA DE JUNIO 

 

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