El taxi diversifica para rentabilizar mejor las horas

Ahora que la pandemia empieza a ser cosa del pasado, algunas fórmulas de trabajo han llegado para quedarse y complementar a las tradicionales. El sector del taxi es un claro ejemplo de esta realidad. Además de seguir apostando por el taxi convencional, cada vez son más los taxistas que defienden trabajar vía app para llegar a más usuarios y, por tanto, obtener una mayor rentabilidad de sus horas en activo. Como dato añadir que solo en Barcelona, más de la mitad de los profesionales opera a través de una plataforma. 

 

Diversificar a la hora de hacer carreras es, precisamente, el caso de Maximiliano, que lleva varios años en el taxi de la Ciudad Condal. Desde la pandemia decidió darle una oportunidad a las aplicaciones, que le permiten “estar constantemente ocupado”. Una gran ventaja junto a otras cuestiones que ofrecen las aplicaciones, como poder llevar una “contabilidad real” o la posibilidad de que su atención sea evaluada. “Que los clientes te valoren te motiva para mantener ese rating (puntuación), ese estatus y dar el máximo cada día”  asegura Raúl, también taxista en la capital catalana.

 

Reinventarse para buscar opciones

Con la llegada de la pandemia las carreras de Maximiliano se vieron drásticamente reducidas, por lo que no dudó “en reinventarse” para buscar fórmulas alternativas para acceder a más clientes. “Antes estaba en las emisoras locales y sobre todo en hoteles, pero la llegada de la pandemia lo cambió todo y decidí probar con apps como Uber.” Para él, su día a día no se ha visto demasiado alterado porque sigue recogiendo pasajeros tanto en la calle como por la plataforma, si bien reconoce que "hay veces que el 80 o 90% de viajes que hago son de esa app.Desde la compañía aseguran que, conductores como Maximiliano conduciendo al menos 40 horas semanales en la aplicación, facturan al día de hoy un promedio de 6.300€ brutos al mes.

 

Raúl, por su parte, ya conocía la dinámica de operar con otras aplicaciones, pero en su opinión se quedaban cortas en los servicios que le prestaban y sus compañeros le animaron a darse de alta en Uber, que ofrece un programa de incentivos para todos los conductores nuevos y para aquellos veteranos que invitan a un nuevo taxista a la plataforma. 

 

Ahora Raúl solo coge clientes de esta app porque le da confianza saber qué tipo de usuario sube a bordo de su taxi, por lo general, explica, “educados y amables”. Este aspecto, el de la clientela, también lo menciona Maximiliano cuando se le pregunta por las diferencias entre los servicios de calle y de app. “Cumplen los requisitos, sabes que te van a pagar. Y en la calle no sabes lo que te puedes encontrar”. 

 

Mano alzada y digital

También coinciden ambos en que el taxi de siempre, el de la mano alzada, tiene que mantenerse a pesar de los avances tecnológicos dirigidos a la digitalización del sector. Para los dos sigue siendo esencial que haya taxistas en aquellos lugares donde se les necesita, como son los hospitales, los centros de salud… “Para mí, lo suyo es combinar ambas opciones”, señala Maximiliano, “Que haya de todo y vayas eligiendo para optimizar el tiempo y rentabilizar las carreras”.“La digitalización está muy bien porque hay una parte de la clientela que necesita un taxi a través de esta tecnología”, apunta Raúl, “pero también hay otra parte importante que necesita un taxista habitual, el de toda la vida”.