El taxi de Barcelona “entierra” a Uber y Cabify

Unos 3.000 taxistas se manifestaron ayer por la tarde en la Estación de Sants de Barcelona contra la pasividad de la administración ante la actividad ilegal que desarrollan las plataformas que operan con VTCs.

 

La protesta estaba encabezada por dos ataúdes con los nombres de Cabify y Uber, las dos principales compañías que trabajan con VTC acusadas por el sector del taxi de hacer una competencia ilegal sobre los taxistas.

 

Precisamente la vuelta de Uber a Barcelona, que se produjo a principios de la semana pasada, es lo que desencadenó la convocatoria de esta manifestación, donde no se ha registrado ningún incidente reseñable.

 

Los taxistas piden a la administración que se controle a los vehículos de alquiler con conductor porque consideran que están prestando un servicio propio del taxi incumpliendo de forma sistemática la normativa. Al hilo de esto, recuerdan que en Madrid las empresas de VTC han recibido más de 4.000 sanciones, mientras que en el Área Metropolitana de Barcelona sólo han sancionado a 100 vehículos de este tipo.

 

Pero la manifestación fue más allá del propio taxi y la “justicia social” se convirtió en uno de los mensajes principales. “Hoy vamos a enterrar todos los derechos de las personas, porque las empresas como Uber, Deliveroo, Cabify o Airbnb vienen a llevarse todo”, afirmó Alberto Álvarez, representante de Élite Taxi Barcelona, una de las asociaciones de taxistas convocante de las protestas.

 

Protestas continuas

 

Tras la manifestación de ayer en Sants, el sector del taxi barcelonés no tiene intención de frenar sus reivindicaciones en la calle. De hecho, las asociaciones que ayer convocaron a los taxistas anunciaron que a partir de hoy se harán “piquetes informativos” en la Estación del Norte y en Sants. Esas concentraciones servirán informar a los usuarios de que empresas como ALSA están suministrando VTCs a plataformas como Uber. Algo que ha provocado el enfado de los taxistas que se solidarizaron con los autobuses cuando surgió la polémica con Blablacar.