Canadá y sus muros esperan a los campeones

Los mejores pilotos del mundo se volverán a ver las caras en un trazado que forma parte ya de la historia de la Fórmula 1. El circuito Gilles Villeneuve de Montreal –se llama así en honor al mítico piloto canadiense- es uno de los que más gustan a los profesionales por su velocidad, por el ambiente que se respira y por la majestuosidad de la ciudad que les acoge.

 

Una de las características principales de este trazado es la cercanía de los muros al asfalto. De hecho, en la última curva está el muro más significativo de todo el mundial: el llamado "muro de los campeones”. En esa curva grandes pilotos en la historia como Shumacher, Vettel, Hill o Button no han podido evitar destrozar sus coches por la dificultad de la chicane que le precede.

 

Pero más allá de la importancia capital de sus muros, en los últimos años, además, Canadá se está convirtiendo en un Gran Premio que sirve de referencia para lo que puede acontecer en el resto de la temporada. Si antiguamente los equipos introducían sus primeras grandes evoluciones de sus monoplazas en la primera carrera europea –normalmente en España-, la tendencia en los últimos años ha cambiado y es en Montreal donde se pueden ver los cambios más significativos.

 

Lewis Hamilton, a bordo de su Mercedes, vuelve a disponer de una gran oportunidad para acercarse al liderato del mundial, como ya hiciera en Mónaco, al aprovecharse de una carrera más que discreta de su compañero de equipo, el alemán Nico Rosberg.

 

Aún así,  Mercedes no lo tendrá fácil. Red Bull ansia confirmar en el trazado canadiense que de verdad es un equipo que opta al campeonato y con sus evoluciones espera ponerle muy cara la victoria a las balas plateadas de manos de sus dos pilotos -Ricciardo y Verstappen- que son ahora mismo la sensación del paddock.

 

Otro de los equipos que tiene quizás una de las últimas oportunidades para mostrar una versión súper competitiva puede que sea Ferrari. En la Scuderia cuando no se gana el ambiente no parece el más alegre, pero las cosas se tuercen aún más si se obtienen resultados pobres como el cosechado en las calles monegascas. Allí, Raikkonen tuvo que abandonar a las primeras de cambio por un accidente y Vettel tan solo pudo ser cuarto. Estos días previos en los medios de comunicación deportivos italianos no se ha dudado en hacer “sangre” y se han buscado culpables por todas partes, siendo el tetracampeón del mundo alemán uno de los principales blancos.

 

Alonso y sus dudas

En otro mundo entre la desesperación y el optimismo se encuentra Mclaren. Se esperan mejoras en el motor que, según han comentado desde el propio equipo, tampoco serán significativas y se harán notar más en la carrera que en el tiempo por vuelta de clasificación. Fernando Alonso en la rueda de prensa ofrecida ayer cifraba en una decima la mejora mecánica que la escudería de Woking traía a Canadá.

 

El piloto asturiano también ha sido noticia en las últimas fechas por el desconcierto generado en torno a lo que hará en un futuro. El hecho de haber ido a visitar competiciones automovilísticas americanas en los últimos días, la sombra constante de las 24 horas de Le Mans y, lo que es más importante, el rendimiento mediocre de su Mclaren, parecen ser razones que hacen pensar al asturiano sobre la conveniencia o no de alargar su carrera en la Fórmula 1 más allá de 2017.

 

Con todos esos ingredientes se nos presenta un Gran Premio de Canadá en el que los aficionados españoles también esperan que el piloto madrileño de Toro Rosso, Carlos Sainz, siga mostrando la consistencia de las últimas dos carreras y pueda volver a colocar a su monoplaza en posiciones de puntos.

 

 

La carrera se podrá ver el domingo a las 20:00 horas a través de Movistar Plus.