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En verano, precaución extra al volante

El verano ya está aquí y las altas temperaturas que nos afectan en nuestro día a día nos invitan a buscar rincones más agradables una vez llegan las esperadas vacaciones. Sin embargo no podemos olvidar que ese calor también afecta al conductor que va al volante, afectando notablemente a la capacidad de conducción.

El verano ya está aquí y las altas temperaturas que nos afectan en nuestro día a día nos invitan a buscar rincones más agradables una vez llegan las esperadas vacaciones. Sin embargo no podemos olvidar que ese calor también afecta al conductor que va al volante, afectando notablemente a la capacidad de conducción. Por ejemplo, si las temperaturas superan los 36 grados, el calor produce fatiga y somnolencia, así como lentitud a la hora de reaccionar ante los estímulos.

Según un estudio elaborado por el grupo Frape Behr, una temperatura interior en el vehículo entre 35 o 40 grados centígrados es igual de peligrosa que haberse bebido cinco cañas. Con ese calor, el conductor deja de percibir entre el 15 y el 20% de las señales de tráfico y sus errores se incrementan hasta en un 35%.

Para evitar estas situaciones es importante mantener una temperatura agradable dentro del interior del vehículo, entre los 19 y los 24 grados, y no debe dar directamente a la cara ya que puede producir dolor de cabeza, migrañas y lagrimeo y sequedad si lleva lentillas.

Una temperatura excesiva puede provocar sueño, fatiga y agresividad, que inciden directamente sobre cuatro aspectos básicos: el cuidado, atención y obtención de información; el poder y la velocidad de reacción ante una circunstancia determinada; el nivel de estrés; y la duración en la conducción, ya que con más calor es más difícil aguantar mucho tiempo al volante.

Además de regular la temperatura, también es importante vestir con ropa cómoda sobre todo si el trayecto es largo, mantenerse bien hidratado, ingerir comidas ligeras y, lo más importante, hacer paradas cada dos horas en zonas en sombra. Si es al sol, no hay que dejar a personas mayores, niños o animales dentro del vehículo.

En cuanto a los aspectos mecánicos, es importante verificar el nivel y las condiciones del aceite del motor. Si se conduce con temperaturas altas, es recomendable cambiar a un aceite de motor de más viscosidad, aunque siempre es conveniente leer el manual del vehículo para ver las recomendaciones del fabricante.

También es recomendable examinar detenidamente los neumáticos, localizando posibles desgastes en el dibujo y los bordes interiores. Asimismo, es importante que el inflado sea el correcto y se mantenga así regularmente.

Junto con estos consejos más específicos para el verano, no podemos olvidar aquellos que siempre hay que tener en cuenta a la hora de afrontar una operación salida, como pueden ser programar el viaje con suficiente antelación antes de salir y evitar los días y las horas con más tráfico.

Después solo queda disfrutar del destino elegido y olvidar, por un momento, los problemas y las preocupaciones del día a día.