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“Los ayuntamientos debemos pelear por la imagen del taxi”

Francis Muñoz, concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Benidorm

Ciudades costeras y turísticas como Benidorm deben afrontar cada año el reto de gestionar un servicio de taxi condicionado por una fuerte estacionalidad. Además, en el caso del municipio alicantino, se encuentran que por una normativa autonómica se impide poder ampliar la flota taxis, pese a que la demanda se multiplica en temporada alta.

En esta entrevista, Francisco Muñoz, concejal de Espacio Público, Obras, Accesibilidad Universal y Movilidad, analiza la situación actual del sector, sus principales desafíos y las distintas soluciones que se están explorando, que pasan desde reforzar el control de horarios y paradas hasta incentivar, por distintas vías, la presencia de más taxis para garantizar un servicio que preserve la imagen turística de la ciudad. Además, se hace hincapié en la responsabilidad que deben asumir, sin excusas, los ayuntamientos sobre el servicio público del taxi.

Imagen de un taxi de Benidorm

Gaceta del Taxi.– Benidorm es un municipio con una gran estacionalidad, donde se combinan meses de alta demanda con otros de mucho menor movimiento. ¿Cómo se gestiona, desde la concejalía de Movilidad, un sector tan importante como el taxi con estas características?

Francisco Muñoz.– No es fácil. Benidorm tiene censadas casi 75.000 personas y este año esperamos superar esa barrera. Además, contamos con una población flotante cercana a las 120.000 personas, pero en épocas como agosto llegamos a alcanzar las 330.000. Es decir, estamos hablando de una población que cambia mucho. Es verdad que esto está variando un poco y que la ciudad se está desestacionalizando. Ya no se habla solo del verano, ahora tenemos un mes de enero muy bueno, hemos conseguido mejorar la época valle, pero lógicamente hay meses que siguen estando muy lejos de los niveles de verano o Semana Santa.

G.T.– ¿Cuál es la flota de taxis actual en el municipio?

F.M.– Actualmente contamos con 232 licencias de taxi. Es verdad, y esto puede pasar en muchos puntos de España, que hay momentos en los que vemos colas de pasajeros esperando en las paradas y eso no nos gusta absolutamente nada, porque da mala imagen. Pero en otras épocas del año son los propios taxistas los que esperan clientes en la parada. El punto de equilibrio es muy difícil en una ciudad de nuestras características. En los meses valle tratamos de buscar ese equilibrio, pensando también en los meses de más alta demanda. Nuestro objetivo es que los pasajeros no tengan que esperar en las paradas, porque Benidorm vive de la imagen y del turismo que genera.
En agosto tuvimos reuniones con la dirección provincial encargada de la gestión del sector en Alicante. La ley autonómica nos dice que tenemos la ratio sobredimensionada: debería haber una licencia por cada 1.000 habitantes, y con 75.000 censados, solo 75 licencias. Sin embargo, tenemos 232. En base a la legislación actual no podemos ampliar la flota por ley. Por eso estamos buscando de qué manera podemos resolver este problema que nos preocupa mucho.

Situación actual de las VTC

G.T.– ¿Cuál es la situación con los vehículos de transporte con conductor (VTC)?

F.M.– Es verdad que hace poco se acercaron las plataformas de VTC para consultarnos qué necesitamos. La verdad es que soy un poco reacio, porque donde no tengo el control no me gusta meterme. Abrir la puerta a un servicio que no critico —y que en ciertos servicios interurbanos apoyo— puede tener consecuencias.
Al final, Benidorm está a 45 kilómetros del aeropuerto y sacar 90 o 100 taxis diarios para cubrir esos traslados supone 200 horas en las que Benidorm no tiene taxis. Si ya tenemos un pico de población que exige servicio, eso se nota. Los hoteles, además, ofrecen servicios más premium y cuentan no solo con el taxi, sino también con otros transportes que cubren los interurbanos.

Eso puede funcionar, pero lo que no comparto de ninguna forma es la propuesta de unificar el servicio de taxi en un área de prestación conjunta.  Si fuese egoísta, diría que sí, porque para Benidorm sería lo mejor: taxis de municipios cercanos sin tanta demanda podrían trabajar aquí. Pero eso rompería el equilibrio de esas poblaciones. Lo planteamos en las últimas reuniones y el propio director nos dio la razón. Si un taxista de un municipio vecino sabe que en Benidorm no damos abasto, pasaría casi toda su jornada aquí. Pensando en la comarca, no podemos permitirlo y Benidorm depende también de su entorno.

Benidorm, tercera ciudad de España en capacidad hotelera

G.T.– En algunas zonas de costa o en las islas se plantean licencias temporales. ¿En Benidorm sería posible aplicarlas?

F.M.– Lo hemos valorado, pero la ley valenciana no habla de licencias temporales, solo de licencias. Nos dice que esto es lo que hay y lo que podemos plantear. Con el director general de Transportes, Manuel Ríos, hemos tratado este asunto en varias reuniones.
Me preocupa esta situación de la ampliación de licencias porque recibimos la queja de los asalariados, pero también la del turista, y nuestra imagen está por encima de todo. En momentos muy concretos de la temporada de verano buscamos soluciones que, dentro de la temporalidad, nos permitan mantener el equilibrio. Queremos crear algún tipo de anexo a la ley, porque Benidorm es la tercera ciudad de España en capacidad hotelera y tiene una densidad de turismo anómala que genera una necesidad mayor de oferta, especialmente en el taxi. Con todo esto seguimos hablando con la dirección territorial. Nuestro compromiso es con la ciudad, con los residentes y con los turistas, y tenemos que atenderlo.

Benidorm cuenta hoy en día con 232 taxis

G.T.- ¿Nota que ha mejorado el sector del taxi?

F.M.- Hemos mejorado mucho. El sector es muy complicado y nos dimos cuenta que había conductores que solo atendían determinadas paradas más rentables, dejando otras desatendidas. Eso lo hemos corregido con mucho control de los usos, revisando horas de servicio y evitando explotación laboral en determinadas licencias. Podemos decir que agosto de 2024, en comparación con 2025, ha sido mucho mejor. No hemos tenido esas grandes esperas del año pasado. El reparto de los 200 taxis en servicio ha sido más equilibrado y hemos ordenado mejor las paradas, los servicios y los horarios. Queremos que el taxi atienda tanto al pasajero de la parada como a los hoteles —que son 341—, pero sin olvidar las necesidades básicas de los vecinos.

G.T.– ¿Cómo es la relación con las asociaciones del sector del taxi?

F.M.– Considero que la relación es buena. Tenemos dos asociaciones, aunque una solo cuenta con seis asociados. La mayoritaria es Radio Taxi Benidorm, con la que tenemos reuniones de distinto ámbito todas las semanas. En ellas hacemos mucho hincapié en la imagen del taxi. Soy contundente con este asunto y estoy mucho en la calle y, cuando veo prácticas que no me gustan, convoco a los taxistas. Si veo una conducción inadecuada, lo digo. La imagen del servicio público hay que cuidarla y el Ayuntamiento tiene que estar muy encima. También escuchamos a los asalariados que quieren su propia licencia. Pero deben entender que las licencias no son infinitas.

G.T.– En España se ha reforzado la diferenciación entre taxi y VTC. ¿Cómo lo ven desde el Ayuntamiento?

F.M.– El taxi es una responsabilidad municipal. Los ayuntamientos somos los titulares del servicio, los que debemos pelear por su imagen, sancionar y enviar taxis a casa si no cumplen. Abandonar ese control sería fallar al servicio público. La cuerda hay que llevarla siempre tensa: un turista no puede bajarse de un taxi con una mala imagen de la ciudad por culpa de un mal trato. Por eso estamos trabajando en mejorar la oferta. Sabemos dónde están los problemas y tenemos que intentar solucionarlos de la manera menos perjudicial para todas las partes. No quiero una solución que solo beneficie a unos. Asalariados, titulares y usuarios deben salir ganando.

En el top 10 de ciudades europeas accesibles

G.T.– En muchas ciudades hay crisis con el taxi adaptado. ¿Cómo está la situación en Benidorm?

F.M.– Soy concejal de Accesibilidad Universal, así que este tema lo tengo muy interiorizado. Trabajamos con una ciudad totalmente accesible y hemos recibido reconocimientos por cumplir indicadores muy exigentes. Estamos en el top 10 de ciudades europeas en accesibilidad.
En cuanto al taxi, la ley fija un mínimo del 5% de vehículos adaptados y nosotros estamos muy por encima ya que tenemos 15 licencias adaptadas. Pero no es mi objetivo final. En el pleno de junio llevé un acuerdo para incentivar la reconversión de licencias ordinarias en adaptadas, con ventajas horarias, porque el titular hace un esfuerzo mayor. Queremos pasar de 15 a 25. Y si en el futuro hubiese nuevas licencias, todas serían adaptadas sin excepción.

Francis Muñoz charlando con un taxista en una parada de Benidorm

G.T.– ¿Qué avances hay en materia medioambiental en la flota de taxi?

F.M.– Todos los vehículos que tenemos son ECO. Ya contamos con eléctricos, aunque son pocos. Benidorm tiene zonas de bajas emisiones. A diferencia de Madrid, no tenemos problemas de contaminación del aire, la calidad es buenísima, pero estamos obligados por población.
La zona de bajas emisiones no se centra en etiquetas de vehículos, sino en evitar tráfico innecesario. Queremos que en el centro se circule solo si se va a un destino o a un aparcamiento, no de paso. Desde el 1 de julio, en plena temporada estival, ya se pueden aplicar sanciones por incumplimiento. La ciudadanía lo ha entendido perfectamente.
No soy quién para decirle a la gente qué coche debe comprar, pero sí premiamos áreas peatonales y reducimos la contaminación acústica. Además, exigimos que la antigüedad máxima del taxi sea de 10 años. Somos muy rigurosos en el control y amortización de la flota.

G.T.– Para terminar, ¿cómo recibió las críticas de la oposición sobre este problema de la falta de taxi?

F.M.– Me sorprende que el PSOE, hoy en la oposición, critique que no demos más licencias. En 2015, cuando gobernaban, aprobaron un reglamento que decía que no se darían nuevas licencias hasta llegar a los 78.500 habitantes. Nosotros cumplimos la ley. La actual, de 2017 y también del PSOE cuando estaba dirigiendo la Generalitat, fija la ratio de una licencia por cada mil habitantes.
Cumplimos lo que marca la normativa, pero no podemos olvidar la casuística especial de Benidorm. Por eso insisto en que necesitamos soluciones excepcionales para un sector del taxi que también es excepcional./TAMBIÉN ES NOTICIA