Golpe fiscal a las VTC en Reino Unido: 20% de IVA y 700 millones extra de recaudación
A partir del 1 de enero de 2026, todos los vehículos de alquiler con conductor que operan en Reino Unido estarán obligados a cobrar un 20% de IVA en cada viaje. La medida, impulsada por la ministra de Hacienda Rachel Reeves, pone fin a meses de presión de las plataformas y campañas como “Stop the Taxi Tax”, que reclamaban frenar este cambio fiscal por su impacto directo en los usuarios.
El Gobierno defiende que esta reforma busca corregir el tratamiento tributario de las VTC y aumentar la recaudación pública. Las estimaciones oficiales apuntan a unos 700 millones de libras adicionales al año para 2027–2028. Los taxis tradicionales, los conocidos “black cabs”, quedan fuera de la medida y conservarán su actual exención.
Los primeros análisis calculan que, si las plataformas trasladan íntegramente el IVA, el precio final de los viajes aumentará alrededor de un 15%. Un trayecto que hoy cuesta 12 libras podría encarecerse entre 2 y 3 libras. El encarecimiento supondría uno de los mayores ajustes tarifarios en el sector de la movilidad urbana en la última década y podría transformar por completo los hábitos de transporte en ciudades como Londres, Manchester o Birmingham.
Hasta ahora, muchos operadores quedaban fuera del IVA por debajo del umbral de registro o por funcionar bajo modelos de agencia digital. Con la reforma, el Gobierno pretende cerrar esa brecha y homogeneizar el pago del impuesto para las VTC gestionados a través de apps.
La decisión abre un nuevo escenario para empresas como Bolt o Uber que deberán redefinir sus estrategias de precios en uno de los mercados más competitivos de Europa. El taxi tradicional, en cambio, podría salir reforzado por la diferencia de trato fiscal y la menor subida de precios respecto a las plataformas.