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Cabify carga contra el taxi por “presionar e intimidar” tras la concesión de AENA

El nuevo espacio destinado a VTC en el aeropuerto. Imagen: Élite Barcelona.

Cabify ha elevado el tono contra el sector del taxi en Barcelona en plena escalada de tensión por la concesión de un espacio VIP para vehículos de transporte con conductor (VTC) en el aeropuerto de El Prat. A través de un comunicado, la plataforma ha acusado a organizaciones como Élite Taxi de “imponer un modelo de transporte único, opaco y alejado de las necesidades reales de los usuarios”, y ha denunciado el uso de la presión pública como herramienta de bloqueo ante decisiones que no favorecen sus intereses.

La polémica se desató la semana pasada, tras conocerse que AENA ha adjudicado a las VTC una zona preferente del parking 0 de la Terminal 1 del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat. Se trata de uno de los puntos de mayor tránsito de taxis de toda Cataluña, lo que ha encendido los ánimos del colectivo del taxi, que considera la medida una “provocación” y una alteración del frágil equilibrio alcanzado tras años de diálogo con las administraciones y los cuerpos de seguridad.

Asociaciones del sector, como Élite Taxi, Taxi Anget y Friends Taxi, convocaron una semana de movilizaciones —entre el lunes 16 y el viernes 20 de junio— para protestar contra la medida. Sin embargo, tras reunirse con la directora del aeropuerto, Eva Valenzuela, han optado por aplazar temporalmente las protestas a la espera de una nueva reunión prevista para el jueves 19.

Desde Cabify, no obstante, no se han limitado a defender la legalidad de la licitación, sino que han aprovechado para lanzar un mensaje contundente contra el comportamiento del sector del taxi. “La ciudadanía no puede seguir siendo rehén de actitudes que buscan imponer un modelo de transporte único”, ha afirmado la compañía, en una crítica directa a los líderes del movimiento, entre ellos Alberto “Tito” Álvarez, portavoz de Élite Taxi.

“El contrato con AENA es una licitación legítima que busca ofrecer alternativas reales de movilidad a los ciudadanos”, subraya Cabify, que confía en que las instituciones no cedan "al chantaje de aquellos que pretenden bloquear el progreso desde la intolerancia".

Desde AENA, por su parte, mantienen que la adjudicación cumple con todos los requisitos legales y que el contrato no puede ser rescindido, lo que deja escaso margen de maniobra a corto plazo. Pese a ello, la gestora ha mostrado disposición al diálogo y se ha comprometido a estudiar posibles vías de convivencia en el entorno aeroportuario.

Aunque las protestas del taxi han sido por ahora desactivadas, el conflicto sigue abierto y amenaza con reavivarse si en la próxima reunión no se alcanza un acuerdo que satisfaga mínimamente al sector. Mientras tanto, Cabify aprovecha el pulso para reforzar su mensaje contra asociaciones como Élite Taxi a la que acusan de intimidación./TAMBIÉN ES NOTICIA

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