Conseguir la cartilla municipal, una carrera de fondo
La crisis y la dificultad a la hora de encontrar trabajo, ha llevado a muchos a pensar en el taxi como una solución a sus problemas creando un perfil del alumnado muy heterogéneo. En las aulas encontramos a quienes acaban de terminar sus estudios hasta aquellos que, como consecuencia de la crisis, se han visto en el paro una vez superados los 50 años o hijos y esposas de taxistas que convierten el taxi en un negocio familiar. No debemos olvidar que el taxi ha sido de los pocos sectores que en los últimos dos años ha creado más puestos de trabajo, habiendo creado en torno a 8.500 puestos de empleo por cuenta ajena.
También se ha convertido en una salida importante para aquellos inmigrantes que, tras haber perdido su empleo en los sectores más castigados por la crisis, como el de la construcción, ven en esta profesión un par más para establecerse en el país. Y
En Barcelona, el año pasado, 2.203 personas se sometieron a examen para lograr la credencial de taxista y en el primer semestre de 2010, con tres convocatorias celebradas de nueve programadas, ya son 1.025 los postulantes, con lo que, de mantenerse la media, el año acabará con más de 3.000 solicitudes, un 50% más que en el 2009.
Pero no es un sector fácil y ellos lo saben. Para poder acceder a la profesión se necesita ante todo seriedad e interés y aplicarse después en casa para sacar los ejercicios adelante. "Lo más difícil es el conocimiento del medio", señala el profesor, que considera que el taxi es el oficio más difícil para comenzar a trabajar.
Además, el estudio con materiales obsoletos, según nos explican la guía se encuentra descatalogada y no incluye las últimas modificaciones de la ciudad, hacen que sólo después de transcurridos unos meses y del trabajo diario, se adquieran los conocimientos necesarios para ser un excelente profesional.
Primeros temas
Comienza la clase. El silencio se adueña de la sala y el profesor comienza a desgranar los contenidos del primer tema. Hoy tocan las tarifas. A primera vista resulta un tema sencillo, pero, según avanza la clase, los alumnos comprueban que, además de lo normal, también hay que conocer lo que no se explica en los libros y que el profesor insiste en enseñarles para evitar conflictos. "Hay que dar un buen servicio siempre y evitar los conflictos", argumenta, "es la clave para no tener problemas y hacer bien nuestro trabajo", puntualiza.
El taxista debe aprender también a defenderse de la picaresca del usuario, porque a veces el cliente también engaña. Por eso la solución es conocer bien la profesión, utilizar siempre el taxímetro y tratar al cliente "como nos gustaría que nos trataran a nosotros". Y recuerda que este es un negocio "con riesgos, como todos" y les avanza otro consejo: "si crees que un cliente no te va a pagar, no vayas".
Es importante también hacer bien el trabajo no sólo para evitar posibles problemas con los clientes, una media de 25 al día, sino para evitar choque con el régimen sancionador que, a día de hoy, continúa siendo excesivo, según han hecho notar las asociaciones en las alegaciones al borrador de la ordenanza del taxi.
Tal y como explicaba el profesor a sus alumnos, no cambiar de zona tarifaria puede suponer una multa de 1.500€ y recordó que las tarifas son de obligado cumplimiento.
Para que el acceso a la profesión se realice de la manera más sencilla las claves son estudiar y no faltar a clase. Además, se destaca que cuantas más horas de curso se ofrezcan, más preparados irán los futuros taxistas a sus exámenes y menos tiempo se perderá en ello.