Renovar la tarjeta del taxi, paso a paso en una administración cada vez más digital
Mantener la documentación en regla es tan crucial para los profesionales del taxi como conocer las calles de su ciudad. La tarjeta de transporte, la licencia fundamental que permite a un vehículo operar como taxi, requiere una renovación periódica. Este proceso es vital para evitar interrupciones en el servicio y posibles sanciones, y aunque los principios son similares, cada ciudad puede presentar sus particularidades.
En la Comunidad de Madrid, la renovación de la autorización de transporte de taxi, conocida oficialmente como Autorización de Transporte de Viajeros en Vehículo Turismo (VT), se gestiona principalmente a través de la Comunidad de Madrid, a través de su consejería competente en transporte.
La tarjeta se gestiona íntegramente en la sede electrónica, para lo que es imprescindible contar con un certificado digital o DNI electrónico que permita tramitar la solicitud y pagar las tasas correspondientes antes de presentar la documentación exigida.
Los taxistas madrileños deben estar atentos a los plazos, que generalmente se notifican con antelación, y cumplir con requisitos como la revisión técnica del vehículo, que debe ser favorable. La documentación suele presentarse de forma telemática, siendo crucial tener al día el seguro del vehículo y la correspondiente licencia municipal de taxi.
En Barcelona el procedimiento sigue la misma línea, exigencia de certificado digital, formulario, justificantes del seguro y la ITV en vigor, además del pago de la tasa administrativa que varía según el municipio, aunque la tramitación se realiza directamente a través del organismo autonómico o municipal correspondiente, reflejando lo dispuesto por la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres.
Valencia ofrece un sistema con calendario personalizado según la terminación del NIF o CIF para titulares y asalariados, gestionando la renovación de forma presencial en el Servicio Territorial de Transporte o telemáticamente, con validación de datos automatizada salvo que el usuario se oponga expresamente.
La documentación requerida incluye permiso de conducir vigente, certificado de capacitación profesional, ausencia de antecedentes penales y la titularidad de la autorización. En este caso, la nueva tarjeta debe ser recogida en un plazo máximo de tres días tras su emisión, que se realiza en un mes desde la presentación del expediente completo.
En Andalucía, tanto en Málaga como en Sevilla, la competencia recae en la Junta, pero se articulan a través de la plataforma virtual del Ministerio de Transportes, insistiendo en la obligatoriedad del certificado electrónico, la presentación de la documentación completa y el pago previo de tasas según el modelo 046. En ambas ciudades, la información detallada se suele publicar en los portales web de la Junta de Andalucía, y se recomienda a los taxistas consultar estas fuentes directamente para conocer los plazos exactos y la documentación requerida.
En otras ciudades como Granada o Zaragoza el procedimiento es similar, aunque el calendario de renovación y las tasas pueden variar, siendo habitual la verificación de la ITV, seguro, certificado profesional y del permiso de conducir. En el País Vasco, por ejemplo, el visado se relaciona también con inspecciones adicionales sobre accesibilidad y condiciones del vehículo.
Estas renovaciones se apoyan en la LOTT y en el Reglamento General de Vehículos, que obligan a estos trámites administrativos para garantizar que los taxis mantengan su aptitud técnica y documental para operar legalmente. Desde las administraciones han avanzado hacia un modelo telemático, centralizado desde el Ministerio, con comunicación telemática de certificados y datos censales para agilizar su gestión. En general, en todas las urbes, la tendencia es hacia la digitalización de los trámites, facilitando la gestión a los profesionales.
No obstante, los taxistas, deben tener claro que la revisión técnica del vehículo es imprescindible, asegurándose de que cumple con todos los estándares. Además, es fundamental tener al día la documentación del propio vehículo y la del titular de la licencia, sin olvidar el pago de las tasas que correspondan.
¿Es lo mismo la tarjeta del taxi que el visado de transportes?
Aunque suelen utilizarse como sinónimos, no son exactamente lo mismo. La tarjeta de transporte del taxi es el documento administrativo que autoriza a un vehículo y a su titular a prestar el servicio de transporte público de viajeros en turismo (VT).
El visado de la tarjeta, en cambio, es el trámite periódico obligatorio mediante el cual la administración comprueba que se siguen cumpliendo los requisitos necesarios para mantener esa autorización en vigor.
Sin visado válido, la tarjeta queda suspendida y el taxi no puede operar legalmente. En la mayoría de comunidades autónomas este visado debe renovarse cada dos años, aunque los plazos pueden variar según la normativa local.