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02/04/2016 22:08:36 - Gaceta del Taxi

“La vida es muy bonita a pesar de las limitaciones”


La vida te puede cambiar en apenas un segundo, sin casi darte cuenta. A Natalia Camps esto le pasó el 12 de mayo de 2012 a las 8 y 15 de la mañana cuando perdió una pierna por culpa de un conductor que realizó una maniobra indebida. Desde entonces su vida ha cambiado por completo y, obligada a dejar la que ha sido su profesión durante dos décadas, el taxi, ahora colabora en actividades benéficas como Cris Contra el Cáncer y nos enseña a ver la vida con optimismo a pesar de las limitaciones.

 

 

Si yo estuviera llorando y me creciera la pierna no pararía, pero no es así”. Quien habla así es Natalia Camps, taxista de Barcelona durante 22 años hasta que una mañana de mayo la vida le cambia por completo. “Me partió la vida, no puedo trabajar, no puedo valerme por mí misma”, y aún así, no le abandona la sonrisa ni las ganas de vivir. 

 

 

Gaceta del Taxi.- Como hemos mencionado, trabajó dos décadas en el taxi que se vieron truncadas por un accidente…

 

 

Natalia Camps.-  Hace casi cuatro años que sufrí el accidente. Era 12 de mayo de 2012, a las 8 y 15 de la mañana. Estaba trabajando con mi taxi, delante de un hotel, esperando a que unos clientes terminaran de traer todo el equipaje. 

 

 

La calle era de tres carriles, y en un momento dado apareció un coche que quería adelantar a otro y en vez de hacerlo por la izquierda, porque venía un coche, lo hico por la derecha, sin ver que yo estaba ahí. Él se chocó contra el coche que pretendía adelantar y resultó ileso. A mí, sin embargo, me cortó la pierna y la vida.

 

 

Ahora es mi hija quien conduce el taxi desde que me pasó esto. Yo sufrí el accidente un sábado y el martes ella aprobaba el permiso de taxista. Cuando compré la licencia pensaba también en mis hijos, en que les podía servir de salida laboral si no encontraban nada, porque aunque es un trabajo a veces complicado es una salida que estaba ahí para ellos y nunca me esperé que fuera mi hija quien decidiera el relevo. 

 

 

G.T. ¿Qué pensó en aquel momento? 

 

 

N.C.- En aquel momento pensé, me ha pasado y esto es lo que hay. La doctora se sorprendía de cómo me lo había tomado. Si yo estuviera llorando y me creciera la pierna no pararía, pero así...me ha partido la vida, no puedo trabajar, las prótesis no las han aceptado y bueno, es lo que hay.  Yo era una persona que siempre ha tirado para adelante y no pedía ayuda a nadie. 

 

 

De golpe, he tenido que pedir ayuda para todo. Me mata tener que depender de alguien, estar en casa y tener que llamar a tus hijos para coger una cosa en la cocina, no poder barrer. Son cosas pequeñas...pero muy importantes para mí. 

 

 

 

G.T.- ¿Qué le diría a quién ha pasado por una experiencia igual o similar a la suya?

 

 

N.C.- Que la vida que es muy bonita a pesar de las limitaciones. Si yo me hubiera muerto no hubiera visto a mis hijos crecer y es algo que agradezco. Hay que intentar buscar el lado positivo, no miro el negativo.

 

[...]

 

PUEDES LEER LA ENTREVISTA COMPLETA EN NUESTRO NÚMERO DE MARZO










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