“El taxi tiene derecho a estar protegido”

Creada por un grupo de taxistas al margen de las asociaciones representativas, la Plataforma Integral del Taxi (PIT) tiene como finalidad presentar querellas criminales, demandas civiles y crear un marco de acción mediático a favor del taxi y en contra de la competencia desleal desarrollada por  grandes plataformas en el sector de transportes.

 

El despacho del ex magistrado Elpidio José Silva será el encargado de presentar las acciones judiciales, a las que esperan que se sumen miles de taxistas. Cada profesional se presentará como denunciante individual. Cientos de taxistas se habrían sumado ya a esta iniciativa.

 

Gaceta del Taxi.- ¿En qué momento empezó a conocer estos problemas que están afectando al taxi hoy en día? ¿Cuál fue su primera toma de contacto con la realidad que le toca vivir hoy en día al sector?

Elpidio Silva.- El primer caso importante que ocupó mi despacho estaba relacionado con un inversor que estaba interesado en presentar una querella contra Uber por la forma en el que se captaron datos a través de Google. La querella se admitió a trámite y tenía mucha fuerza. Fue admitida y a partir de ahí, se empezó a analizar qué tipo de información podía tener Uber, porque estaba relacionada inicialmente con Google y habría sido muy importante si se hubiera llevado adelante. Lo que sucede es que admitida a trámite, cuando contacté con las asociaciones del taxi no tuvieron interés. No sé realmente qué pasó. El caso es que a partir de ahí tuve un gran interés por estos temas porque están relacionados con el ámbito del derecho penal económico, que es mi especialidad en el ámbito jurídico.

 

G.T.- ¿Cómo se puede defender al taxi de las nuevas realidades que se avecinan?

 

E.S.- Tenemos que vigilar cómo algunos operadores, en ausencia de los controles y regulaciones adecuadas, puede llegar a quedarse con la sociedad en el futuro. Estamos comprometidos a que eso no sea así. Hay que mantener una redistribución de la riqueza dentro de la sociedad de mercado. Creemos en una sociedad de mercado con los poderes y las posiciones jurídicas y económicas distribuidas.

 

G.T.- ¿Entiende que en asuntos de índole tecnológica como puede ser las apps hay muchos aspectos por legislar?

 

E.S.- Es un mundo nuevo. Pero el derecho tiene la obligación de adaptarse a un mundo nuevo. Precisamente en el título preliminar del Código Civil se dice que las normas se tienen que interpretar según la realidad social del tiempo en que deben ser aplicadas,  teniendo en cuenta no solo el espíritu de la norma, sino también su finalidad. Por tanto, cuando hablamos de que no haya competencia desleal, de que no haya opacidades o fraudes, nos referimos a que debemos saber quién interviene en el mercado. No sirve el mensaje de las empresas que dicen que se limitan a cooperar en el ámbito de la economía colaborativa. No mire, si usted es un empresario que se ha introducido en el sector del transporte, no se pueden permitir opacidades y manipulaciones de determinadas actividades.

 

En este caso concreto, hay que aclarar si la VTC es un taxi o no es un taxi. Esto es lo que hay que limitar. El taxi tiene derecho a estar protegido y que no pueda ser invadido por cualquier tipo de actividad.

 

Capitalismo de “amiguetes”

 

G.T.- Estuvo con los taxistas en la última gran protesta que el sector protagonizó a finales de noviembre de 2017. ¿Qué sacó en claro de esa experiencia?

E.S.- Estuve con los taxistas de las distintas organizaciones que estaban allí presentes. Nos sentamos con quienes estaban interesados en este planteamiento y Podemos demostró que es un grupo político que participa plenamente en este planteamiento. Creo firmemente en la sociedad de mercado y la competencia, creo en el capitalismo siempre que se someta a la sociedad de mercado. No creo en el capitalismo de amiguetes. Nos reunimos con ellos con un resultado muy esperanzador porque hay una conciencia política clara de que se tiene que proteger a los sectores que se puedan ver afectados. Hoy es el taxi, mañana pueden ser los farmacéuticos, los notarios, etc.

 

G.T- Centrándonos en esa plataforma integral que se pretende crear, cuando se lo explicó por vez primera a los taxistas de Barcelona, habló de “desarticular una trama”, ¿de verdad cree que hay una trama en todas estas grandes empresas que quieren hacerse con ese mercado a cualquier precio?

 

E.S.- Ahora mismo estamos en una fase que tiene que ser muy observada, en la que estamos investigando todo esto. Entendemos que se tiene que investigar  qué ha pasado con los precios, cómo se han elevado, qué tipo de manipulación se ha producido y cómo está siendo en cuanto a la competencia.

 

G.T.- En esta plataforma se espera llevar a cabo una estrategia con tres acciones: una demanda civil, una querella criminal y una acción mediática. Teniendo en cuenta que hay que reservar un poco las armas con las que actuar, ¿puede contar en qué se van a centrar?

 

E.S.- Queremos pivotar las acciones civiles sobre lo que entendemos que ha sido una violación clara de la debida competencia sobre la sociedad de mercado. En cuanto a la acción penal, efectivamente la queremos pivotar en el hecho de que efectivamente ha habido actividades relacionadas con el incremento de los precios de estos servicios que nos hacen sospechar que pudieran estar sujetas a un delito penal. Por último, queremos hacer un apoyo mediático de estas acciones en el sentido de difundirlas, de explicar a los medios de comunicación qué estamos haciendo y para qué lo estamos haciendo. Esto no es un asunto exclusivo del taxi, es un tema de protección de los consumidores y de las maneras y las formas en que se tienen que distribuir los centros de poder. Este relato hay que dejarlo claro.

 

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