Caza sin tregua al intruso

 

La Asociación Élite Taxi Madrid nació enla capital al albor de la huelga del 11 de junio de 2014, en la que el taxi de toda España gritó un contundente “Uber go home” a la empresa norteamericana. Desde entonces no han dado tregua al intruso, llevando a cabo acciones de investigación y seguimiento para detectar vehículos que operan de forma ilegal en el transporte de viajeros por carretera. 

 

 

Sin embargo, los buenos propósitos son difíciles de cumplir si la ley o la competencia no juegan al mismo juego. En el caso de las VTCs, desde Élite Madrid se siguen denunciando aquellas que trabajan al margen de la normativa. Incluso se lo han expuesto varias veces a los propios responsables de transporte de la Comunidad. Su sorprendente respuesta es que desde Fomento se les permiten algunas licencias que no se ajustan a la norma.

 

 

Es el caso de Cabify, a quienes la Comunidad de Madrid está permitiendo presentar como hoja de ruta un documento que se imprime en el propio vehículo y en el que no figuran los datos que marca la ley. Creen además que las VTCs no están sometidos a tanto control como al taxi y ponen varios ejemplos relacionados con los trabajadores. “No se controlan los contratos laborales de los conductores, que pueden ser contratados por dos o cuatro horas pero que trabajan jornadas completas. Pagan lo mínimo de seguridad social por el trabajador pero realmente no trabajan  lo que se indica. Se está cometiendo un fraude a la Seguridad Social y no se investiga”. El taxi, en cambio, pasa sus revistas municipales donde sí se inspeccionan este tipo de cuestiones. 

 

 

El descontrol también se aprecia, nos comentan, cuando se abre un expediente sancionador. Al no existir comunicación entre todas las partes que pueden estar implicadas: transporte, trabajo, hacienda… no se pueden establecer qué preceptos están incumpliendo estos vehículos más allá de su actividad. Es más, tal y como creen Guardado y Fúnez, esta falta de conexión hace que los vehículos se salten a la torera la normativa porque la multa, aseguran, les compensa. 

 

 

Otro de los problemas importantes en materia de control es el escaso cuerpo de inspectores con el que cuenta Madrid y que, a pesar de las repetidas peticiones, sigue siendo insuficiente para controlar el transporte de viajeros en toda la Comunidad de Madrid. Denuncian además la falta de rapidez por parte del ejecutivo nacional a la hora de legislar sobre la economía colaborativa, que está permitiendo que surjan nuevas aplicaciones muy similares a la todavía inoperativa por orden judicial Uber.

 

 

Se refieren a aplicaciones como SocialCar que, según nos explicaron los propios directivos, permiten el alquiler de coches a particulares, o incluso llevar de copiloto al propietario del vehículo. Sin embargo, la propia empresa SocialCar desmiente esta afirmación, recalcando que en ningún caso se acepta el servicio de chofer "dado que la actividad y seguro no lo contempla y por lo tanto no está cubierto" y que no llevan de copiloto al dueño del vehículo. Si bien desde Élite insistían en que "todo se vende, igual que Uber, de economía colaborativa, pero existe un ánimo de lucro que echa por tierra esa teoría”, desde esta  plantaforma de alquiler de vehículos entre particulares aseguran que no tienen nada que ver con la actividad de la empresa estadounidense. "Nuestros coches cuentan con el seguro necesario para ser alquilados además de facturar cada servicio y pagar el IVA pertinente así como retenciones indicadas por el sistema tributario del estado español", han aclarado a nuestro medio.

 

 

 Aunque en agosto la mitad de la flota se va de “vacaciones”, en Élite ya aseguran que no dejarán de trabajar “por y para” el taxi. Su última acción, además de las pertinentes labores de control de VTCs que trabajan como si fueran taxis, fue hace apenas unas semanas en la Casa de Campo donde impidieron que un conocido restaurante utilizara estos vehículos que no cumplían con la legislación. Seguramente no será su última actuación contra el intrusismo, al que le han declarado una guerra indefinida.