10 reglas de oro para el mantenimiento de los frenos

El sistema de frenos del vehículo es el elemento de seguridad activa más propenso a sufrir un desgaste, por lo tanto, su vigilancia y mantenimiento es vital para garantizar la seguridad en la conducción. A pesar de esto, tan solo el 13% de los conductores es capaz de detectar si los frenos de su coche están en condiciones para circular y uno de cada cuatro coches no superan la ITV a consecuencia del mal estado en el sistema de frenado. Para evitar esto, Road House ha elaborado un decálogo sobre el mantenimiento de sistema de frenos para tener una conducción segura.

 

1.- Cada coche y cada conductor son diferentes. Según el tipo de conducción, tu coche estará expuesto a más o menos desgaste de sus componentes.

 

Los conductores que exponen al coche a un mayor esfuerzo de frenado (trayectos montañosos, conducción con el coche a plena carga, sobrecalentamiento ocasional del sistema de frenos, etc...) deben revisar los frenos con más frecuencia.

 

2.- No abuses de los frenos y procura utilizar el cambio de marcha. De esta manera podrás evitar que los frenos se calienten y durarán más tiempo en buen estado.

 

Para reducir la velocidad del coche puedes hacerlo mediante la caja de cambios, una maniobra de gran utilidad en descensos prolongados.

 

3.- Aprende a interpretar las señales que emite tu coche.

 

Aunque hoy en día la mayoría de vehículos cuentan con sistemas de aviso en el panel de instrumentos ante un desgaste de frenos, es fundamental que conozcas tu vehículo.

 

4.- Si al conducir notas que al pisar el freno hay una pequeña vibración, deberás cerciorarte de que las pastillas y los discos están en buen estado.

 

En frenadas de alta velocidad, una vibración en el volante puede ser indicio de que alguna pieza del sistema de frenos está en mal estado, de un desequilibrio entre las cuatro ruedas o de que los discos de freno están alabeados.

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