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12/11/2017 10:23:06 - Gaceta del Taxi

“Todo el mundo siente la necesidad de contar su historia al taxista”


No es habitual que un taxista sea el protagonista de una novela. Suelen ser personajes secundarios, que entran y salen de la historia de forma anecdótica, sin apenas molestar. En el caso de la última novela de Carlos Zanón sucede todo lo contrario. Ya solo su título, Taxi, es una declaración de intenciones. A bordo del taxi de Sandino recorremos los claroscuros de Barcelona mientras reflexionamos sobre la soledad y la búsqueda del hogar.

 

 

A diferencia de Sandino, que trabaja el taxi obligado por la crisis, como muchos otros trabajadores que perdieron su trabajo, Carlos Zanón es un escritor vocacional. Tal vez por ello decidió no seguir los consejos de su padre, que le animaba a trabajar por cuenta ajena “con vacaciones, pagas dobles y cierta seguridad” para dedicarse a una actividad autónoma casi más precaria que el propio taxi. “Sí, pago autónomos y si no trabajo no cobro. Nadie dijo que fuera muy perspicaz”, confiesa entre risas para añadir que escribir es su vocación y que no se siente obligado a ello. “Es mucho más precario dedicarse a escribir que trabajar el taxi y quién sabe si finalmente no trabajaré conduciendo porque esto no me dé para vivir…Sería como cerrar el círculo.”

 

Para reivindicar esa herencia, “estoy orgulloso porque mi padre pudo pagarme unos estudios trabajando de taxista y la gente habla del taxi sin saber”, ha querido que su novela, además de llamarse Taxi, tenga como protagonista, y antagonistas, a varios taxistas muy peculiares. Porque además de Sandino, nuestro héroe “a la deriva”, en la novela nos encontramos con unos taxistas “bastante manguis”, necesarios para que Sandino nos demuestre de qué pasta está hecho.

 

Y aunque la novela, a veces dura, otras veces esperanzadora, nos muestre una ficción que en algunos casos puede superar a la realidad, “al final no te quedas con una mala sensación de lo que es ser taxista. Trato de explicar cosas muy duras, que si no lo has vivido no lo entiendes. Por ejemplo el hecho de ir a la deriva, que te dé todo igual.”

 

Sin destino fijo se mueve Sandino por las calles mientras escucha The Clash, un detalle que va más allá de un rasgo característico del personaje. Es también la banda sonora de Taxi y el disco Sandinista! los raíles por los que discurre esta novela, “muy compleja, que se desarrolla en círculos”. Para Zanón, que además de novelista es poeta, guionista, articulista, crítico literario y letrista musical, sus novelas tienen que sonarle a algo, deben tener “un tono y un ritmo”. Y volviendo a escuchar los discos de The Clash eligió este triple disco, “muy irregular, sobre todo comparado con el anterior” pero que también le permitía definir al personaje. 

 

 

“Él se llama Sandino porque dice que Sandinista! será reconocido como el mejor disco de The Clash. Y eso le define como una persona leal a pesar de que sabe que se va a pegar una leche del quince. Es una persona leal a Sofía, su compañera taxista, él no deja atrás a nadie, y es parte del problema”.

 

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